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Generalidades

El concepto de Belleza en Grecia

"Platón en su teoría de las Ideas, establece las bases de una concepción metafísica de la belleza, al incluirla, junto con la Verdad, la Bondad y las demás Ideas esenciales, en el mundo de los principios divinos (...).En cuanto a la Belleza, su resplandor deslumbraba, como ya hemos dicho, entre todas aquellas visiones celestiales.

(...) El hombre que ha sido recientemente iniciado o que durante mucho tiempo gozó de las contemplaciones celestes, cuando reconoce en un rostro hermoso una bella imagen de la divina belleza o, en un cuerpo, reminiscencias de esta misma belleza, comienza a estremecerse, sintiendo renacer en él algunas de aquellas mismas emociones que experimentó en pasados éxtasis (...)

- Ningún hombre lo ignora.

- No ignora, ¿qué?

- Que privado de medida y proporción, toda mezcla, sea cual sea, y de cualquier manera que esté compuesta, corrompe a sus componentes y se corrompe ella la primera, porque entonces ya no es una mezcla, no es más que una mezcolanza, una miseria para los seres en que se produce."

YARZA Et.alt : Fuentes y documentos para la Historia del Arte. Vol I, pág 182

Sobre el ideal de belleza clásica: concepto de mímesis

"Así, al determinar el concepto de mímesis, no fue del todo ajena al pensamiento de la Antigüedad griega la idea de que el artista se hallase frente a la naturaleza no solo como sumiso copista sino también como rival independiente que, con su libre facultad creadora, corrigiera las imperfecciones de esta; y con el cambio cada vez más acusado de lo visible a lo inteligente, característico del desarrollo de la filosofía griega tardía (...) se llega incluso a la convicción de que el arte, es una forma más elevada, puede prescindir totalmente del modelo sensible y emanciparse por completo de la impresión de lo realmente perceptible. El término de esta segunda línea del pensamiento griego, junto a la cual, sin embargo, subsiste inalterada la otra primitiva, lo señalan sentencias como la de Dion Crisóstomo (que no se refiere por casualidad al Zeus de Fidias) en su discurso olímpico: "Ni siquiera un tonto sería capaz de creer que el Zeus olímpico de Fidias se asemeja en tamaño y belleza a cualquier mortal"; o como aquella más antigua de Filóstrato, el cual hace que su Apolonio de Tyana responda a la sarcástica pregunta de un egipcio sobre si Fidias o los otros artistas griegos habían estado en el cielo y observando a los dioses en su verdadero aspecto, con las siguientes palabras: "Esto lo ha realizado la fantasía, que es mejor artista que la imitación, ya que esta representa lo que ve, y la fantasía, en cambio, lo que no ve".

PANOFSKY, E., Idea

El concepto de belleza en los autores griegos

"La belleza reside, no en la proyección de elementos constituyentes, sino en la proporcionalidad de las partes, como entre un dedo y otro dedo, y entre todo los dedos y el metacarpo, entre el carpo y el antebrazo y entre el antebrazo y el brazo, en realidad entre todas las partes entre sí, como está escrito en el Canon de Policleto. Para enseñarnos en un tratado toda la proporción del cuerpo, Policleto apoyó su teoría en una obra, haciendo la estatua de un hombre de acuerdo con los principios de su tratado y llamó a la estatua, como el tratado, Canon"

GALENO., De Temperamentis

"El placer no es el primero ni el segundo de los bienes, sino que el primero de los bienes consiste en la mesura, en el justo medio, en lo conveniente (...)


Protasco: Así parece, por lo que acabamos de decir.

Sócrates: Que el segundo de los bienes es la proporción, lo hermoso, lo perfecto, lo que es por sí suficiente, y todo lo que pertenece a este género".

PLATÓN., Diálogos polémicos. Filebo

Sobre el color y la concepción de la obra

"Lo dicho es, pues, como si, al pintar nosotros una estatua, se acercase alguien a censurarla diciendo que no aplicamos los más bellos tintes a lo más hermoso de la figura, porque, en efecto, los ojos que es lo mas hermoso, no habían quedado teñidos de púrpura, sino de negro; razonable parecía nuestra réplica al decirle: "No pienses, varón singular, que hemos de pintar los ojos tan hermosamente que no parezcan ojos, ni tampoco las otras partes del cuerpo, fíjate solo en sí, dándole a cada parte lo que le es propio, hacemos hermoso el conjunto".

PLATÓN., La República

Armonía y belleza en Plotino

"¿Qué es lo que te impresiona cuando al mirar una cosa sientes interés, atracción, desbordante placer? La opinión general, atreveríame a decir, es que la relación de las partes entre sí y de aquéllas con el conjunto constituye la belleza sensible; es decir, que la belleza de las cosas que vemos, como la belleza de todo lo demás, se compone de simetría y proporción. Según este criterio, nada simple y desprovisto de partes puede ser bello, sólo un compuesto."

PLOTINO

La belleza de la proporción

"Los filósofos que aseguran que las ciencias matemáticas no tratan de lo bello ni del bien están en un error: porque lo bello es el objeto principal del razonamiento de estas ciencias y de sus demostraciones (...) Las formas más elevadas de lo bello son el orden, la simetría, lo definido, y es ahí, sobre todo, donde aparecen las ciencias matemáticas. Y puesto que estas formas (el orden y lo definido) son causas manifiestas de una multitud de efectos, es evidente que las matemáticas deben considerarse como causa de lo bello".

ARISTÓTELES., Metafísica

La intervención divina en la creación artística

La cultura griega original estaba familiarizada con la noción de que un cierto tipo de locura (manía) era una bendición de los dioses, siendo poetas y músicos particularmente proclives a recibir este don. Platón explica que los poetas y los músicos no componen sus obras solamente siguiendo las reglas de la techné, sino que es la intervención divina la que los hace capaces de crear sus obras. Distingue el filósofo diferentes clases de locura, siendo una de ellas la “locura poética” inspirada por las Musas. El poder divino infunde a los poetas enthousiasmos, e incluso los convierte en posesos. (...) (Por el contrario) Siguiendo las reglas de la techné, el artista no podrá alcanzar el templo de las Musas. En un famoso pasaje de Fedro, Sócrates dice : “Pero aquel que, no habiendo recibido el toque de locura de las Musas en su alma, llegue a la puerta y piense que podrá entrar en el templo con la ayuda del arte -yo le digo- que ni él ni su poesía serán admitidos ; el hombre cuerdo desaparece y en ninguna parte llegará a ser un rival para el loco” Podemos sacar como conclusión que el pintor y escultor sin el “toque de locura de las Musas en su alma” no podrá entrar en el templo.

BARASCH, M: Teorías del arte. De Platón a Winckelman. Alianza. Madrid 1991 (1985), págs. 40-41

Significado y símbolo de la obra religiosa griega

El público está acostumbrado a leer estos símbolos que previamente conocía; el tratamiento arcaico, distante y rígido, cuadra con el símbolo autoritario de Apolo legislador y encargado del orden establecido; lo único que consigue la imagen es hacer más comprensible la naturaleza del dios Apolo. Elsen dirá”: “La obra de arte religiosa proporciona asimismo al hombre una ética visible sobre la que podía basar o guiar su conducta en la vida”. En el templo de Delfos, hallábanse escritos los preceptos de Apolo: Refrenda tu espíritu/ Observa el límite/ Odia la hybris/ Sé reverente al hablar/ Teme a la autoridad/ Inclínate ante la divinidad/ No te ufanes de la fuerza/ Gobierna a la mujer. No faltan relatos en lo que el padre recomienda a su hijo que se parezca a Apolo.

Trabajos prácticos de Arte, Grupo Áfora, p. 29